martes, 14 de julio de 2009

GASTRONOMÍA DE PORTUGAL :



La cocina portuguesa disfruta de una gran variedad de sopas y una amplia gama de preparaciones de pescado y marisco; dispone de un importante surtido en charcutería y sienten una dulce predilección por los postres muy dulces y casi siempre a base de huevo.

En el norte del país se disfruta de un caldo verde es decir (sopa de col y patata, guarnecida con salchichón o con jamón ahumado) y de la lamprea del Miño cocinado con curry.

Se come el arroz acompañando al conejo, al pato o a la perdiz, cualquiera de ellos asados, con jamón salado y zumo de limón. Son clásicas las açordas (sopas de pan “secas”, es decir de pan remojado en aceite y aromatizado con ajo machacado), que se guarnecen con hortalizas o legumbres, cerdo, pollo, pescado e incluso con caracoles o con marisco, cilantro y con huevos escalfados.

Dignos de mención son sus quesos casi siempre frescos (azeitâo, serra, évora).

La zona de Oporto famosa por su vino, también es la capital de las tripas de ragú que se cocinan con alubias blancas, salchichón de pimentón, cebollas y pollo, acompañadas con arroz.

En el litoral, por supuesto se imponen los mariscos y los pescados; raya frita, dorada a las legumbres, sardinas y salmonetes asados a la parrilla, jibias en ragú, moluscos en escabeche, etc. La caldeirada, semejante a la gallega es una clara expresión de esta cocina marinera, la de Aveiro asocia pescados de agua dulce y pescados de mas con almejas, mejillones y zanahorias, todo ello sazonado con cilantro.

Por Coimbra la cocina es muy sólida, el bistec a la portuguesa es originario de allí (untado con puré de ajo y pimienta, coronado en el momento de servirlo, con rodajas de limón y lonjas de jamón asadas y acompañado de patatas salteadas), aunque lo que más se toma en la zona es la Canja (consomé de ave, guarnecido con limón y menta, y a veces almendra, jamón y rodajas de cebolla), o los pies de cerdo salados, guarnecidos con brotes tiernos de nabo.

Un tema aparte es el bacalhau del que presumen que pueden hacerlo de más de mil formas distintas, como por ejemplo, en croquetas (sazonadas con cilantro, menta y perejil), fritas y servidas con huevos escalfados; escalfado y deshilachado, guarnecido con mejillones (cocidos en vino) y con tomate, cocido luego en el horno lentamente, sobre un lecho de cebollas y patatas, y guarnecido con aceitunas negras y trozos de huevo duro.

En Lisboa y en el Sur, el marisco figura siempre en el menú, en especial el bogavante o la langosta cocidos en caldo corto y servido con una salsa de tomate y pimiento.


Su cocina tradicional es capaz de presentarnos una mezcla de ingrediente sorprendentes, como pueda ser cerdo marinado servido con conchas rellenas de tocino; o la caldereta de pollo con anguilas, guarnecida con cangrejos de río; o el patito asado, que se acompaña de jamón y de chorizo, mientras que, en la cataplana (especie de sartén honda provista de tapa) se cuecen a fuego lento pimientos y cebollas, jamón ahumado y salchichas, almejas y chirlas, tomates y perejil.

Sobre los dulces, podemos comentar que están generosamente azucarados, podemos encontrar el pudin flan (cremoso, espeso y rico en huevos), el arroz con leche a la canela, los membrillos caramelizados en el horno y los buñuelos en almíbar, así como los mazapanes.

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